lunes, 23 de julio de 2012

¡Qué lindo es Puerto Rico... Gracias a Rafi y Gochi!


Vista desde Ciales Puerto Rico (Flicker)
Ayer estuve, como HOMBRE ORQUESTA, en una fiesta preciosa. Clientes nuevos. Me consiguieron por este blog. Cuando pasa eso siempre encuentro sorpresas. Es gente que no conozco. Es gente de otros lugares de la PUERTO RICO o de fuera de la PUERTO RICO que vienen acá. Es como la serie de Stargate, voy para un lugar en el que no sé qué voy a encontrar. Yo hago muchas preguntas a la hora de aclarar los detalles para el contrato. Así sé si debo hacer la fiesta solo o con el dúo o con el trío o con el grupo grande o si debo llevar refuerzos como un KaraokeJ [1]. Aun así las sorpresas vienen. Casi siempre son buenas sorpresas. Hay que saber cuál sombrero me voy a poner para hacer el mejor trabajo posible.
Este domingo trabajé en el pueblo de Dorado, en Haciendas de Dorado. La cliente me explicó que era una fiesta familiar de unas 30 personas. Fui solo. Lo raro era que era un domingo después de las cinco de la tarde. Luego el jefe de la fiesta me explicó que como era semana del 25 de julio se la iban a tomar libre…En resumidas cuentas una familia exquisita. Mucha gente joven, respetuosa, amable hasta más no poder…y muchaaaaaaa comida. Una piscina llena de niños, un lechón bien hecho en una caja china. Y me pregunto ¿a quién le toco? ¿A los mayores, a los treintones, a los tíos y los abuelos? Decidí mezclar la música. Me di cuenta que no era una fiesta de bailar. Era una fiesta de compartir hacer chistes y tener a Besitos de Coco en su versión de HOMBRE ORQUESTA, en el gazebo haciendo música, tocando su guitarra.
Así pasó la tarde. Entre cueritos y medallitas los más grandes bailaron su poquito, conversaron y luego vino la sorpresa: Rafi y Gochi, el tío y el abuelo. Y me preguntaron si tocaba trova. ! ¡Me tocaron la fibra! En cuestión de minutos salieron esas voces que sólo en PUERTO RICO salen. Y salieron los muchachos de la piscina y se pusieron frente al gazebo a cantar con Rafi y con Gochi. Y aquello parecía una tuna. Canciones que nunca había escuchado, canciones lindas quizás aprendidas en sus pueblos natales; Ciales y Jayuya. Y aquello se llenó de luz.

Y yo le di gracias a Dios por dejarme presenciar aquella tarde mágica.



[1] (una persona que hace de disc jockey y coordinador de karaoke; a lo cual dedicaré un blog más tarde).