Los cumpleaños o bodas o aniversarios
de personas con más 7 décadas de experiencia vital son mis fiestas favoritas.
Los que celebran más de ochenta son las mejores. Hay gente de todas las edades,
hay nietos y biznietos corriendo y saltando, hay primos rencontrándose y sobre
todo, en mi caso, puedo tocar mi música favorita, la música del ayer.
Lo que más importa a la hora de
celebrar la vida de las personas mayores es que sean ellos los que gocen más;
que las decisiones se tomen pensando en lo que sabemos que a ellos les gusta.
En resumidas cuentas “el party es de ellos”.
Para hacer una buena fiesta a abuela
hay que tomar varios factores en consideración. Entre las cosas que he visto a
través de los años, las buenas fiestas a personas mayorcitas han tomado en
cuenta lo siguiente:
1-
El homenajeado no cocinó el arroz con gandules, ni preparó el budín ni
tuvo que encargarse de nada.
2-
Los invitados principales fueron los amigos más cercanos del
homenajeado, no los panas de sus hijos, ni de sus nietos.
3-
Se encargó comida fácil de servir, masticar y digerir. La comida se
sirvió tan pronto llegaron los invitados.
4-
Se hizo la fiesta en un lugar con fácil acceso, sin escaleras que subir,
baños cómodos y accesibles, y con buena acústica (techos acústicos y alfombra)
para que los viejitos pudieran hablar sin tener que competir con el gallinero
que suele formarse en lugares de mala acústica (locales con paredes de cristal
o cemento, pisos de terrazo o mármol y poco cortinaje o mantelería). El local
debe ser fresco o tener un aire acondicionado bien controlado.
5-
Se contrató un grupo musical que tocara la música de la época a un
volumen que no afectara los “hearing aids” ni las conversaciones de los
asistentes.
6-
Todo estaba preparado; salón, comida, música, a la hora que se citó a
los invitados. Los mayorcitos llegan a la hora que se les dice o media hora
antes.
7-
La fiesta no debe pasar, por ninguna razón, de cuatros horas. Tres horas
es aún mejor.
8-
Si el grupo musical toca música bailable hay que hacer los números de
menos de tres minutos, y hay que tocar pasodobles, danzas, merengues clásicos,
guarachas, boleros clásicos y, dependiendo las personas, tangos y oldies en
inglés.
De los locales de fiesta en los que he
tocado, y he tocado en muchos, suelo recomendar a Casa Antonio en el Condado
(el salón del segundo piso que da a la carretera tiene buena acústica, ascensor
y barra independiente del salón), Los Chavales y El Zipperle. Casi todos los hoteles tienen
salones con buena acústica. Hay que tomar en cuenta que si hay vista hay
cristales y si hay cristales suele haber problemas de acústica (por ej. Casa
España, Casa Cuba y el penthouse lounge de la Concha). Cuando las fiestas se
hacen en terrazas abiertas (Siesta Alegre) la acústica siempre es buena y el
sonido se dispersa mejor.